Cuando recibimos a Jesús en nuestras vidas, recibimos una herencia inigualable, incluyendo el poder de su Palabra. Cuando usamos esta poderosa arma como Jesús lo hizo, obtendremos sus mismos resultados.
Cuando recibimos a Jesús en nuestras vidas, recibimos una herencia inigualable, incluyendo el poder de su Palabra. Cuando usamos esta poderosa arma como Jesús lo hizo, obtendremos sus mismos resultados.