Así que, como creyentes, nuestra fe debe producir en nosotros las acciones que armonizan con las promesas de Dios. El hermano Copeland nos enseña que este es uno de los fundamentos básicos de la fe.
Así que, como creyentes, nuestra fe debe producir en nosotros las acciones que armonizan con las promesas de Dios. El hermano Copeland nos enseña que este es uno de los fundamentos básicos de la fe.