Llamar las cosas o situaciones que aún no ves en tu vida, como si ya lo fueran, es tener una fe sólida y convincente, sabiendo que podemos confiar y creerle a Dios porque cumple sus promesas.
Llamar las cosas o situaciones que aún no ves en tu vida, como si ya lo fueran, es tener una fe sólida y convincente, sabiendo que podemos confiar y creerle a Dios porque cumple sus promesas.