La economía de Dios no sufre de escasez pues Él tiene una provisión abundante para darle a Su pueblo. Acompaña a Kenneth Copeland en La Voz de Victoria del Creyente, donde describe cómo opera el Reino de la abundancia.
La economía de Dios no sufre de escasez pues Él tiene una provisión abundante para darle a Su pueblo. Acompaña a Kenneth Copeland en La Voz de Victoria del Creyente, donde describe cómo opera el Reino de la abundancia.